Una persona feliz está en paz con los demás y consigo mismo, está abierta a vivir nuevas experiencias y a aprender de ellas, sean positivas o negativas, pues, ser feliz no significa estar 100% alegre o satisfecho, significa comprender que las situaciones que vivimos representan oportunidades de crecimiento. Una persona feliz está en constante evolución.
Transitar este camino no es tarea fácil, sin embargo, puedes comenzar por conocer e intentar aplicar algunos hábitos en tu día a día, que definitivamente, te traerán cambios significativos hacia tu bienestar.
Hábitos para ser feliz
Valora lo que tienes
No es más feliz quien tiene más sino quien valora lo que tiene, quien se esfuerza por alcanzar sus metas, por pequeñas que sean, quien sabe el justo valor de cada logro o sueño cumplido.
No siempre rodearte de gente adinerada o ser una de ellas te va a garantizar la felicidad.
Ser feliz con lo que tienes es posible, solo debes interiorizar que cada pequeño esfuerzo que te ha permitido conseguir lo que tienes es algo maravilloso y digno de admiración, comenzando por la propia.
Realiza actividades físicas
Hacer actividades físicas, practicar alguna disciplina deportiva o simplemente caminar, te ayudan, en primer lugar, a mejorar tu condición de salud reflejándose en tu salud emocional e impulsando que te sientas más feliz.
Las actividades físicas ayudan a liberar endorfinas, las cuales te hacen experimentar sensación de felicidad. Además, si realizas las actividades al aire libre podrás recibir luz solar, que en tu organismo se transforma en vitamina D, un poderoso aliado contra la depresión.
Sé generoso
Ayudar a los demás, comprometerte con pequeñas obras o colaborar con alguien necesitado hace que te sientas más feliz; bien dicen que hay más dicha en dar que en recibir.
Si eres una persona exitosa o con estabilidad financiera, siempre es bueno retribuir un poco de esa buena fortuna con los menos favorecidos. Ver la cara de satisfacción de la persona que recibe tu ayuda no tiene precio, saberte capaz de ayudar a otros a superar sus obstaculos te hacen sentir una persona útil y valiosa para la sociedad.
Aplica la regla del NO necesario
Aprender a decir NO cuando sea necesario te puede salvar de malos ratos, de momentos incómodos o de terminar haciendo cosas que no te hacen sentir bien.
Decir NO es necesario, sobre todo si a lo que te niegas va en contra de tus principios o termina perjudicando a alguien más. Lo es también cuando no quieres comprometer tu tiempo en actividades que te incomodarán o retrasarán.
Saca a relucir tus potencialidades
Tal vez son muchas las cualidades ocultas que tengas y no las sacas a relucir. Es hora de que le saques provecho a tus potencialidades, esos pequeños talentos que tienes ocultos o tal vez reprimidos.
Hacer alguna actividad deportiva, artes plásticas, cocina, canto o ayudar a alguien más a aprender algún oficio son formas de explorar actividades que te generan bienestar y que desconoces. Siempre es buen momento para comenzar a hacer cosas nuevas, no dejes para mañana aquello que necesitas para seguir creciendo profesional, personal y emocionalmente.